jueves, 4 de mayo de 2017

Arte diegético y extradiegético del videojuego

 ¿Los videojuegos son arte? Un debate que desgasta y cansa. No es necesario abordar lo que nos incumbe con un texto abarrotado de palabras; es posible conseguirlo con claridad y de manera escueta. Este artículo propone demostrar con definiciones y ejemplos que el videojuego, como objeto estético, es arte.


 Tal y como las leyes, normas y demás se modifican, o amplían, la Real Academia Española no se encuentra exenta. La RAE es modificada acorde al paso del tiempo.

Actualmente, ingresando en ésta, encontraremos por definición de arte lo siguiente:

"Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa
una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado
con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros".

 Es una definición que no menciona otros medios más que "...plásticos, lingüísticos o sonoros".

 La danza es considerada arte. Sin embargo, para la Real Academia Española no (según su definición indica). Esto es conflictivo, porque la RAE es importante y muchos acuden a ella y se basan en tal, cual máxima.

 El arte comienza con los primeros compases del hombre; se hablaba de arte paleolítico. Es decir, el arte no es nuevo, y eso es propicio para enlazarlo con mentes conservadoras.

 En los inicios, el arte tenía fines meramente mágicos, religiosos y, por sobre todas las cosas, no comerciales. Pero la realidad es que hace mucho el arte dejó de ser algo no comercial. Si vamos al caso, para ver una obra de teatro hay que pagar, para ver una película, aunque sea independiente, también; los cuadros valen hasta fortuna y las esculturas pueden, por igual, alcanzar precios desorbitados.

 Si nos alejamos un poco de la Real Academia Española, encontraremos diversas definiciones:

 "El arte es el recto ordenamiento de la razón" -Tomás de Aquino-. "El arte es aquello que establece su propia regla" -Schiller-. "Es el estilo" -Max Dvorak-. "...expresión de la sociedad" -John Ruskin-. "El arte es la libertad del genio" -Adolf Loos-. "Es la idea" -Marcel Duchamp- . "El arte es la novedad" -Jean Dubuet-.

 Si buscamos una rápida conclusión, el arte es muchas cosas; pero todas estas citas definen a los videojuegos como tal.

"Braid", de Jonathan Blow

 Una de las características del arte, citadas anteriormente, es "...la libertad del genio". Y los indies nacieron con el propósito de lograrlo. Las personas encargadas de una Propiedad Intelectual de carácter independiente plasman el alma del creativo. También, gracias a éstos, se consigue lo descrito por otra cita: "El arte es la novedad". Si vamos al caso, "Minecraft", por mencionar alguno, fue una novedad en dos apartados: en el artístico, gráfico o estético, y en la jugabilidad. Y acá vemos cómo se cumple otra: "El arte es aquello que establece su propia regla"; el título de Notch Persson lo consiguió.

 Los videojuegos son "la idea". Lo son desde un comienzo, y la mantienen a lo largo de su desarrollo. Esto demuestra cómo ésta es llevada a cabo. Es cierto sí, que mediante ciertos testeos, idas y venidas, la idea puede cambiar, pero por lo general no radicalmente; mantiene sus pilares.

 La literatura es arte, y los videojuegos la poseen. "Lost Odyssey" contiene "Mil Años de Sueños" (de Kiyoshi Shigematsu) y "Child of Light" consiguió ser, como describieron sus creadores, una "poesía jugable".

 El apartado sonoro también es arte y muchos títulos lo relucen ("The Last of Us" posee una banda sonora originaria del premiado Gustavo Santaolalla).

 En cuanto a la pintura también, existen videojuegos que son pinturas en movimiento; deleites visuales en pantalla. Sólo basta con mirar "Braid", bajo el sello de Jonathan Blow (creativo del actual "The Witness"), para darnos cuenta que nos encontramos frente a un cuadro en movimiento. Y nombro éste por nombrar sólo uno. "Child of Light", de Ubisoft, utiliza el motor gráfico UbiArt Framework al igual que el reboot de "Rayman"; un motor inspirado en brindar arte enfocado en lo visual.

 La arquitectura es considerada arte y, los videojuegos, sobre todo los de corte fotorrealistas, poseen una arquitectura soñada. "BioShock", en cualquiera de sus entregas, pero por sobre todo la última: "Infinite", logra unas estructuras mágicas, coherentes con el contexto y verídicas. Lo mismo consigue "The Witcher 3" de CD Projekt, teniendo en cuenta una "puesta en escena" completamente diferente.

"Super Mario Clouds", de Cory Arcangel

 Ésto en lo "diegético" del videojuego, ya que manipulando el sistema se consigue otro acercamiento al arte. Y esta vez sí, más conservador, si se quiere, resultado de lo "extradiegético". Cualquier rueda no es arte, aunque sí lo es "Rueda de Bicicleta" de Duchamp. Lo mismo sucede muchas veces con videojuegos cuestionables en lo artístico, como por ejemplo "Super Mario Bros", el mejor representante de un género que por lo general sólo sirve para entretener, que poco metafísico existe en su existir. Entonces sería correcto decir que debe prevalecer la componente psicagógica sobre la lúdica. Duchamp en "Rueda de Bicicleta"; Cory Arcangel en "Super Mario Clouds": consiguió vaciar el mundo del fontanero y dejar sólo las nubes. Ahora sí consigue reflexionar, generar sentimientos y emociones al ver proyectado ésto en una sala vacía de un museo.

 Generar un mensaje de paz, adrede, evitando la balacera en "Counter Strike", y realizando graffitis relacionados con la misma iniciativa, es arte. Representar físicamente uno de sus míticos escenarios ("Dust", por Aram Bartholl), también lo es.

 La choreia, obra abierta en la cual el danzante es poseído por el ritmo de la música, remite poderosamente a la inmersión de los videojuegos, y, que al igual que en la obra abierta, el jugador es participante.

 Mi frase de cabecera es una de Shigeru Miyamoto: "Los adultos miran cómo los niños disfrutan con algo que aún no comprenden. Esos niños hoy son adultos, y eso que no comprendían su padres se ha convertido en cultura".

 En este caso particular, la palabra clave es "...aún no comprenden". Resta hallar la llave maestra que logre abrir las mentes de los incrédulos.

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